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martes, 26 de octubre de 2021

El cerebelo

 El cerebelo


¿En qué parte de tu cuerpo crees que tienes más neuronas?

Tal vez pienses que en los lóbulos frontales o quizás en los lóbulos temporales.

Pues resulta que no es en ninguno de esos sitios, ya que aproximadamente más del 50% de nuestras neuronas se concentran en solo una décima parte del encéfalo: EL CEREBELO


Ubicación: ubicado en la región posterior de la fosa del craneo y debajo de los lóbulos occipitales del cerebro; esto es, parte posterior y zona inferior del cerebro.


El cerebelo es una de las partes más identificables del cerebro por su forma y ubicación. Es extremadamente importante para el control de movimientos como caminar, escribir, mantenerse en equilibrio y posición vertical.

Pensaras que son tareas sencillas pero para que puedas subir el brazo se han tenido que activar simultáneamente los músculos que suben el brazo y apagar aquellos que lo bajan. Todo mientras se controla la inercia del movimiento, ya que si no se controlara el gesto seguiría desplazándose en vez de detenerse justo donde queremos.


Aprendizaje motor

El cerebelo es importante para el aprendizaje motor. Juega un papel importante en la adaptación y el ajuste de los programas motores para realizar movimientos precisos a través de un proceso de prueba y error ( por ejemplo, aprender a golpear una pelota de beisbol).

Funciones Cognitivas

Aunque el cerebelo se entiende mejor en términos de sus contribuciones al control motor, también esta involucrado en ciertas funciones cognitivas, como el lenguaje.

 


Enfermedades del cerebelo

Según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes cerebrovasculares, los síntomas más comunes de un trastorno cerebeloso implican: falta de control y coordinación muscular, dificultad para caminar, para hablar, movimientos oculares anormales. Entre los trastornos del cerebelo se encuentran las hemorragias cerebrales, los derrames y las malformaciones genéticas.


Ataxis provocada por toxinas

El cerebelo es vulnerable a las bebidas alcohólicas, a ciertos medicamentos recetados ( especialmente barbitúricos y benzodiazepinas), a metales pesados como el mercurio y el plomo o a disolventes como los empleados en las pinturas. Estos elementos dañan las células nerviosas del cerebelo, lo que conduce a la ataxia. El tratamiento y la recuperación dependen de la toxina involucrada y del daño causado.