¿Cómo aprendemos de acuerdo a la pirámide de Glasser?
– Aprendemos un 10% de lo que leemos: Sí, aunque la lectura tiene infinidad de beneficios sobre el desarrollo del intelecto y la creatividad, este psiquiatra asegura que en realidad no aprendemos de lo que leemos. Al menos no tanto como nos pensamos. Eso sí, sirve para desarrollar muchas otras habilidades y facetas esenciales que están íntimamente relacionadas con el aprendizaje.
– Aprendemos un 20% de lo que oímos: El sentido del oído es esencial, pero más aún el de la escucha activa. No es lo mismo oír que escuchar.
– Aprendemos un 30% de lo que vemos: La información ‘que entra por los ojos’ es muy valiosa, y deja huella en nuestra memoria.
– Aprendemos un 50% de lo que vemos y oímos: la unión de ambos sentidos mejoran la capacidad de aprendizaje. Si el profesor además de dar la lección de forma oral, la acompaña de imágenes, a los niños les costará mucho menos asimilar los nuevos conocimientos.
– Aprendemos un 70% de lo que discutimos con otros: aprender a argumentar nos brinda una herramienta esencial en nuestro aprendizaje. Dialogar, hablar, preguntar… Debatir, enumerar y razonar defendiendo una postura y escuchando la otra, nos ayuda a adquirir nuevos conocimientos y a desarrollar el pensamiento crítico, ya que aprendemos a relacionar, comparar y extraer el contenido que nos interesa.
– Aprendemos un 80% de lo que hacemos: Aprendemos de nuestros errores. Nada más cierto que eso. Así que es esencial dejar que los niños se equivoquen. Que descubran, prueben, identifiquen, analicen… Incentiva en ellos desde pequeños la autonomía y fortalece su autoestima para que se vean tentados a investigar y adquirir nuevos conocimientos por su cuenta.
– Aprendemos un 95% de lo que enseñamos a otros: Las relaciones sociales son la base de nuestro aprendizaje. En realidad, aprendemos desde el momento en el que somos capaces de enseñar ese conocimiento a otra persona