Enfoques inteligentes del aprendizaje. ¿Qué pasa en la mente de cada estudiante?
sinapsis, fololia
El cerebro de cada estudiante es único. Se forma por una continua interacción de la genética y las experiencias.
Está compuesto por redes de interconexiones nerviosas de células, llamadas neuronas y células gliales de apoyo, las cuales nutren a las neuronas.
El proceso de aprendizaje es el resultado de procesos cognitivos individuales, mediante los cuales se asimilan e interiorizan nuevas informaciones (hechos, conceptos, procedimientos, valores), se construyen nuevas representaciones mentales significativas y funcionales (conocimientos), que luego se pueden aplicar en situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron.
Como resultado de ello el cerebro de cada estudiante está organizado de una manera única. Cada estudiante tiene un perfil complejo de fortalezas y limitaciones. Aprende mejor a través de experiencias adaptadas a sus necesidades e intereses.
El cerebro es sumamente adaptable, éste cambia continuamente a medida que los estudiantes aprenden. La capacidad de cada alumno se desarrolla continuamente gracias a esta adaptabilidad.
Aprender no solamente consiste en memorizar información, son necesarias también otras operaciones cognitivas que implican: conocer, comprender, aplicar, analizar, sintetizar y valorar; y en cualquier caso, el aprendizaje siempre conlleva un cambio en la estructura física del cerebro y con ello de su organización funcional. Desde hace algún tiempo se sabe que las conexiones sinápticas entre neuronas no son estáticas, sino que sufren modificaciones como consecuencia de una actividad o experiencia previas en esas células.
Las experiencias de aprendizaje se convierten en señales eléctricas y químicas, que en cascada entran en contacto con muchas áreas del cerebro y muchas neuronas. Poco a poco, las señales modifican las conexiones entre las neuronas en ciertas áreas del cerebro y esas áreas se reorganizan. Con el tiempo, las conexiones se ven afectadas por su "uso o perdida" así: los que se utilizan más son fortalecidos, mientras que los menos activos son debilitados o eliminadas. Dicho en otras palabras los estímulos del exterior pueden provocar que algunas sinapsis se potencien, mientras que otras se debiliten. Este proceso de plasticidad sináptica resulta esencial para el aprendizaje y la memoria.
Es más probable que ocurra un aprendizaje significativo cuando las experiencias son ACTIVAS y no pasivas
La investigación en neurociencia muestran que la participación activa del cerebro es un requisito previo para el aprendizaje. El cambio en las conexiones neuronales subyacen en el aprendizaje, esto ocurre únicamente cuando los estudiantes experimentan está actividad; actividades pasivas no afectan el cerebro de la misma manera. En términos educativos, esto sugiere que “ el tiempo sentado” en una aula escuchando una conferencia o clase no conducirá necesariamente al aprendizaje
El aprendizaje está sucediendo todo el tiempo tanto en contextos formales como informales
El cerebro no deja de aprender cuando suena la campana del colegio. Las experiencias fuera de la escuela siguen dando forma al cerebro y la capacidad del alumno. Ante esto, el sistema educativo debe reconocer las experiencias de educación informal dando crédito a los educadores no tradicionales, así como experiencias escolares más tradicionales.
Las estrategias de enseñanza deben satisfacer las diferentes necesidades e intereses de los estudiantes.
Los estudiantes pueden seguir diferentes itinerarios de aprendizaje para dominar las mismas habilidades.
El aprendizaje será más eficaz a través de experiencias adaptadas a el/ella, de acuerdo a sus intereses y necesidades.
La instrucción tradicional, a base de calendarios, planes de estudio establecidos y estimulación normalizada hace que sea extremadamente difícil adaptarse a las diferencias individuales de cada alumno.
Las emociones y el aprendizaje
El aprendizaje y la emoción están integrados en el cerebro. De hecho, fuertes habilidades de regulación emocional predicen los éxitos académicos. La emoción actúa como un timón para guiar el aprendizaje. Las emociones de los estudiantes hacen que una experiencia se convierten en sobresaliente, orientando el futuro aprendizaje y la toma de decisiones.
La investigación neurocientífica demuestra que la emoción y el aprendizaje están integrados en el cerebro.
CONCLUSIONES SOBRE EL CEREBRO
El cerebro está continuamente cambiando, con experiencias de aprendizaje. Cada estudiante tiene un perfil complejo de fortalezas y limitaciones y aprende mejor a través de experiencias adaptadas a sus necesidades y intereses.
El cerebro está aprendiendo casi todo el tiempo, tanto en contextos formales como informales.
Los cambios en el cerebro que son la base de aprendizaje ocurren cuando las experiencias son en activo, no en pasivo.
El aprendizaje y la emoción trabajan juntos en el cerebro.
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